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La profesión de más alto riesgo: business angel

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Amazon, Skype, Starbucks, Wallapop, The Body Shop… todas estas empresas tuvieron un elemento en común en sus inicios. Para su desarrollo contaron con el apoyo de un business angel, es decir, de personas que les aportaron su dinero y, en ocasiones, su tiempo. Sin ellos, no hubieran sido nada porque un business angel apuesta por un proyecto que tiene unos elevados niveles de riesgo y falta de liquidez. Si a ello unimos la ausencia de garantías, es el único clavo al que puede agarrarse un emprendedor ya que la financiación bancaria no suele fijarse en este tipo de proyectos.

“Mi primera inversión fue de 75.000 euros y los perdí al año siguiente”, recuerda Andrés Echecopar, inversor y business angel. Y añade: “Es un deporte de muchísimo riesgo en el que se te caen muchas compañías”.

Se trata de un mercado “en desarrollo y relativamente reciente”, según explica la Asociación Española de Business Angels (Aeban). Esta tiene unos 2.000 inversores que movilizaron recursos por valor de 40 millones de euros. La edad media suele estar entre 35 y 44 años (un 43%), el 91% son hombres, principalmente su campo de actuación es la Comunidad de Madrid (36%) y Cataluña (32%), y sus apuestas más claras son las compañías TIC (33%), el sector financiero (23%) y la consultoría (8%). En su intento por diversificar el riesgo que asumen el 85,1% busca sobre todo invertir hasta 50.000 euros por empresa. Solo un 4,4% se tiraría a la piscina e invertiría más de 100.000 euros por enseña.

Las pérdidas de un business angel

Andrés Echecopar tiene, en la actualidad, un millón de euros invertidos en 17 compañías. “Invierto buscando una rentabilidad de dos o tres veces. Y lo hago teniendo en cuenta lo que relatan los equipos, que sepan de qué están hablando, y que lo que digan tenga capacidad de ejecución”, explica.

Según Aeban, el 38% de los business angel ha llevado a cabo alguna desinversión durante 2016. Algunos, concretamente, el 55% lo hicieron sacando algo de rentabilidad, mientras que el 45% restante tuvo pérdidas totales o parciales.

“El resultado más frecuente ha sido la obtención de múltiplos entre x3 y x6 la cantidad invertida, lo que ha ocurrido en el 27% de los casos, seguido de x1 y x2 en el 14% de los casos. Solo un 4% de los inversores ha obtenido múltiplos superiores a x20”, exponen en Aeban.

“Debes asumir que puedes perder el dinero. Lo habitual es que, de un total de diez inversiones, entre dos o tres consigas cubrir todo lo invertido”, asegura Echecopar. ¿Y cuál es su consejo? “No hay que enamorarse de todas las ideas. Puede haberlas brillantes, pero cuando quieren escalar acaban falleciendo. La idea es cada vez menos relevante. Lo importante es el equipo”, subraya.

La mayoría de los inversores (46%) esperan multiplicar entre 3 y 6 veces el capital invertido, según los datos de Aeban. El 30% tiene en mente multiplicar entre 7 y 20 veces su dinero. En este porcentaje, sólo un 7% espera multiplicar por más de 10 su inversión. En el otro lado de la balanza, el 5% espera ver desinflarse su inversión en todo o en parte.

“No sólo nos aportan valor económico ya que algunos de ellos han sido anteriormente empresarios o directivos. Entonces tenemos la posibilidad de descolgar el teléfono, o mandar un whatsapp, y pedir ayuda. Tienes un mentor que también te da visión”, asegura Emilia Vila, CEO y cofundador de Agroptima, una aplicación para explotaciones agrícolas. “Si te vas a un fondo de inversión pierdes esta oportunidad. Además, con ellos es más fácil acudir a segundas rondas de financiación”, añade.

La CNMV inició el pasado año una estrategia para comprobar si las entidades financieras comercializaban de forma correcta sus productos. Repite estrategia.

“Más del 50% de mi tiempo lo paso en las compañías en las que invierto”, matiza Andrés Echecopar. “Me llaman, por ejemplo, cuando hay que abrir un nuevo mercado. Con nuestra ayuda aseguramos que la rentabilidad va a llegar”.

Un business angel no es la única oportunidad para que arranque el negocio. Hay otras opciones como fondos más pequeños, o financiación por deuda. En este último caso hablamos de Enisa.

“El riesgo que va a asumir un business angel no te lo da un banco o Enisa. Además, puedes tener el dinero en una semana. El inconveniente es que en muchas ocasiones son varios los que depositan su dinero y todos pueden querer influir. Entonces hay que saber gestionarlo muy bien. En nuestro caso, lo que hemos hecho ha sido escoger una persona entre ellos como portavoz”, indica Emilia Vila.

Una figura que se está introduciendo últimamente en este mundo emprendedor es la de los family offices. “Están viendo que es importante estar en la fase inicial de los proyectos, algo que no les proporciona estar en un fondo”, relata Fernando Zallo, director de Esade Ban. Esta red de business angel, promovida por Esade Alumni, cerró 2017 con 4,2 millones de inversión repartidos entre 22 proyectos. La inversión media por inversor fue de 46.930 euros y la inversión media por proyecto de 193.959 euros.

Fuente: La profesión de más alto riesgo: business angel